lunes, 11 de febrero de 2013

La torre de Espantaperros.

La torre de Espantaperros, también conocida como torre de la Atalaya, se encuentra en la localidad de Badajoz. Es uno de los más notorios monumentos almohades de la Península Ibérica. Además, se considera la mayor de las torres albarranas de la alcazaba de la ciudad (se encuentra en la parte oriental) y constituye la vigilancia más fuerte de todo el recinto. El califa Abu Yaqub Yusuf, ordenó que se construyera en el año 1169. Los materiales que se utilizaron para levantarla fueron principalmente tapial con mezcla de cal y tierra. A menudo se le confunde con la torre del Alpéndiz, situada cerca de la puerta del Alpéndiz, cercana a los restos de la iglesia de Santa María de Calatrava. Esta espectacular torre, sigue la costumbre del arte militar almohade, el cual consiste en construir torres albarranas poligonales, es por esto por lo que su planta es octogonal. Se conserva en toda su altura, unos 30 metros. Sirvió de modelo a las torres del Oro y de la Plata en Sevilla, ya que su construcción es anterior. La Torre de Espantaperros, está situada por delante del lienzo de la muralla y conectado a él por un pasillo estrecho y un arco. No entra mucha luz al interior de la torre, ya que sus vanos son muy pequeños.

La torre de Espantaperros en la alcazaba de Badajoz

La mayor parte de la torre es maciza, salvo sus dos plantas superiores que forman dos cámaras anulares abovedadas. En su origen, estaba rematada por una pequeña construcción cuadrada y decorada con arcos entrecruzados. Posteriormente a su construcción, en el siglo XVI, se le añadió el templete de estilo mudéjar (estilo típico de los musulmanes que permanecieron viviendo en territorio conquistado por los cristianos) que  puede verse actualmente. Este remate mudéjar tenía la función de alojar una campana, la cual tenía varias inscripciones. Después de ser destruida casi por completo a finales del siglo pasado, se desmontó y actualmente sus restos se conservan en los almacenes del museo arqueológico provincial de Badajoz. Los actuales accesos y el mantenimiento de la torre no permiten abrirla al público, por eso su interior no se puede visitar.

La torre de Espantaperros

Las torres poligonales son frecuentes en la arquitectura almohade andalusí. Como ejemplo, tenemos la torre del Oro sevillana. Su construcción formaba parte de reforzamientos en las fortificaciones que construyeron los almohades en toda Al- Andalus, ya que necesitaban defenderse ante el empuje bélico y territorial de los reinos cristianos del norte. De hecho, la Alcazaba de Badajoz, es una de esas fortificaciones. En Badajoz existe otra torre octogonal, posiblemente de la misma fecha, en una finca llamada Torrequebrada. Está en las proximidades de la autovía que conecta la ciudad con Mérida, y servía de atalaya desde la que vigilar y proteger el acceso oriental a Badajoz.

Entrada a la torre

Vista lateral de la torre


Actualmente la torre luce restaurada, pero antiguamente estaba muy deteriorada. De hecho, en el verano de 1920, su estado de ruina era preocupante. Un par de años después, parte de la torre se desplomó cayendo al interior una de las viviendas que tenía adosadas. El alcalde, a instancias del arquitecto municipal, exigió a la Comisión de Monumentos que se pronunciara: se restauraba la torre o se demolía. Afortunadamente, obtaron por restaurarla. Esta restauración la llevó a cabo el arquitecto Ventura Vaca. 


La torre de Espantaperros antiguamente

Torre de espantaperros prácticamente en ruinas
                      

Antiguamente, esta torre se utilizaba para vigilar y dominar el arrabal de La Galera, edificio del siglo XVI adosado a la torre. Este edificio renacentista ha sido utilizado principalmente como pósito para guardar trigo (para repartirselo a los pobres cuando era necesario), como Ayuntamiento, hospital, escuela, cárcel y como almacén del Museo Arqueológico de Badajoz. A su alrededor se encuentran los Jardines de la Galera, que constituyen un recinto con jardines árabes que datan del siglo X. En estos jardines podemos encontrar un gran número de especies, que son dignas de ver en las épocas de floración. Fueron restaurados y abiertos al público en la primavera del año 2007. 

Vista aérea de los Jardines de La Galera

También es interesante hablar del polémico caso del edificio de "El Cubo" en la alcazaba de Badajoz. Este edificio se construyó hace pocos años para implantar la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Extremadura. Como el edificio es moderno, rompe por completo la armonía arquitectónica del recinto. Los tribunales dicen que hay que tirarlo, es por esto por lo que el edificio tiene una orden de demolición.

El Cubo rompe la armonía del recinto de la alcazaba

El nombre de Espantaperros se debe a que antiguamente, cuando abrían las puertas de la muralla de Badajoz al amanecer, sonaba una campana, la cual hacía ladrar a los perros y los espantaba. Como he dicho anteriormente, la torre ha sido restaurada recientemente por lo que su estado de conservación es magnífico. En mi opinión, la restauración ha sido un poco "agresiva" ya que se nota demasiado que ha sido restaurada, pues está muy nueva.
A continuación, aparecerán algunas fotos en las que salgo cerca de la bonita torre de Espantaperros.













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