La alcazaba
de Montemolín se construyó en el siglo XII, y se reformó a partir del año 1248. Es
propiedad del Ayuntamiento de Montemolín. Se trata de una obra de origen árabe, construida en tapial y ladrillo, que cuenta
con torres ochavadas. Fue reconstruida más tarde por los cristianos utilizando aparejo
de piedra. El recinto constituye una mole formidable que se adapta al relieve que le sirve de asentamiento. Su planta es irregular y de proporciones
alargadas. La disposición trata de aprovechar las
ventajas de las diferencias topográficas con respecto al terreno por el que está rodeada. Sus medidas son 114 metros de longitud, 54 metros de anchura y 33 metros de altura. Sobresalen de su perímetro torres de diferentes formas y medidas.
La
puerta principal se encuentra sobre el flanco sur y presenta una estructura en recodo. Se defiende por dos torres en avance. El acceso consiste en un arco de ladrillo de 3,10 metros de ancho creando un pasadizo. Esta puerta se cerraba mediante un portón de dos hojas, las cuales giraban sobre una especie de agujeros, que se pueden ver actualmente.
Refuerzan el recinto defensivo otras torre, principalmente semicilíndricas. La
mayor de ellas está fabricada en piedra. Existe otra de composición más
artística, a modo de baluarte (una obra de fortificación de forma pentagonal que sobresale en el encuentro de dos partes de una muralla), que fue utilizada como
alojamiento principal a lo largo de algunas épocas. Se conservan, de sus antiguos componentes, la puerta en recodo, algunos aljibes, mazmorras y otros restos. En el interior de la fortaleza existía también una iglesia dedicada a Santo Domingo,
hoy desaparecida completamente, que tenía dos
altares, uno dedicado al titular y otro a Santiago.
La alcazaba de
Montemolín
De
las dependencias que existieron en su interior no quedan restos. Su
desaparición se debe fundamentalmente a:
-la
reorganización del interior para adecuarlo a los nuevos usos que querían darle los
moradores cristianos.
-que los edificios interiores se construyeron con menor solidez y materiales más
pobres, por lo que no han resistido a lo largo del tiempo.
En el interior, los árabes levantaron un aljibe de planta rectangular (la obra de ingeniería más destacada), que fue cubierta con una falsa bóveda. Dicha bóveda estaba construida
con piedras grandes, lisas y planas (lajas) de pizarra por aproximación de hiladas.
Las reformas realizadas por los cristianos en esta fortaleza fueron muchas, debido a que ellos querían adecuarla al uso de la Orden Militar de Santiago. No cambiaron
la apariencia externa, solamente volvieron a construir o a reforzar las partes más dañadas y débiles y siempre seguían la misma traza. Incluyeron una torre de 14 m de longitud por 10 m de anchura, con una planta trapezoidal, al igual que la torre del Homenaje. Dicha torre se levantaría sobre la parte más noble de la
construcción islámica. La
subida a la torre se realizaba a través de una escalera de ladrillos y al final de la misma se encontraba un puente levadizo, de modo que los distintos pisos se comunicaban por
escaleras interiores.
Alcazaba de Montemolín
prácticamente en ruinas
También se erigió otra torre conocida popularmente como "Plato de la reina", que es contemporánea a la torre del Homenaje. Cuenta con una planta semicircular que denota procedencia cristiana. Esta
construcción semicilíndrica se sitúa en uno de los lados de la alcazaba y es en su totalidad de mampostería unida mediante lechadas de cal. El
interior el edificio, como ya he señalado anteriormente, fue remodelado por los cristianos, que construyeron una iglesia posteriormente, de
acuerdo con la tradición de la Orden de Santiago.
La
fortificación contaba con dos plantas superpuestas, que se comunicaban por medio de unas sólidas escaleras. En la primera, se levantaron la iglesia de Santo
Domingo, despensas, bodegas, doble caballeriza en el lado opuesto a dicha
iglesia, cámaras y recámaras, y el "aljibe de los arcos" situado en el centro del patio. La segunda planta alojaría corredores, cámaras de
distintos usos y la capilla de Santo Domingo. Además, en distintos lugares de
la fortaleza, se podían encontrar cocinas, pasadizos, pajares, pesebreras,
hornos, mazmorras excavadas en el subsuelo y varias dependencias a las que se le daban distintas
utilidades. Hace unos años, se realizaron algunas escavaciones arqueológicas y actualmente, la alcazaba luce restaurada.
Vista lateral de
la alcazaba
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