lunes, 17 de junio de 2013

Adiós.

Esta última entrada es para despedirme de mis lectores y valorar mi trabajo a lo largo del curso.

La verdad es que este curso ha sido muy distinto de cómo yo imaginaba, pero me ha gustado mucho. He tenido que trabajar bastante en cada una de las publicaciones, ya que buscar y redactar la información en algunas ocasiones es algo complicado, pero mi esfuerzo ha merecido la pena, pues he aprendido un montón de cosas sobre Zafra y Extremadura.

El que nos propuso elaborar este blog a principio de curso, fue nuestro profesor de Ciencias Sociales, Pablo Ortiz Romero. Nos ha enseñado muchas cosas sobre los visigodos, los musulmanes, el Gótico, el Románico, las culturas precolombinas y por supuesto, sobre Extremadura. También nos ha hecho ver la cultura y la historia como algo muy cercano a nosotros y nos ha enseñado a apreciar y a valorar nuestro patrimonio. No creo que vuelva a escribir en este blog, pero lo voy a mantener para que la gente conozca y descubra la historia y el patrimonio de Extremadura. Espero que os sea de gran ayuda.

Por último les deseo a todos mis lectores, a mi profesor y a mis compañeros y compañeras de clase que pasen un buen verano. 



                                                                             

Antonio de Nebrija en Zalamea de la Serena.

Elio Antonio de Nebrija, humanista y gramático español, nació en la localidad de Lebrija (Sevilla) en el año 1444 y murió en Alcalá de Henares (Madrid) el 5 de julio del año 1522. Su verdadero nombre era Antonio Martínez de Cala y Jarava. Ocupa un lugar destacado en la historia de la lengua española por haber sido pionero en la redacción de una gramática en el año 1492 y un diccionario latín-español de ese mismo año y el español-latín hacía el 1494, con relativa anticipación dentro del ámbito de las llamadas lenguas vulgares. Fue además historiador, pedagogo, gramático, astrónomo y poeta.

Inició sus estudios de Gramática cuando tenía quince años de edad en la Universidad de Salamanca. Después de cuatro años se licenció en dicha universidad. Con diecinueve años, se trasladó a Italia para continuar su formación durante diez años más en la Universidad de Bolonia.


Antonio de Nebrija fue un humanista y gramático español


De vuelta en España, su vida se desarrolló entre las ciudades de Sevilla, Salamanca, Zalamea de la Serena y Alcalá de Henares, siendo esta última el lugar que acogió su muerte en el año 1522, como he señalado anteriormente. Trabajó primero para el obispo Fonseca en Sevilla y después consiguió su cargo de docente en la Universidad de Salamanca, donde impartió clases de Retórica y Gramática. En el año 1513, fue nombrado profesor de la Universidad Complutense de Alcalá de Henares. En este mismo año también recibió el encargo del Cardenal Cisneros de trabajar en la Biblia Políglota Complutense. Entre sus obras destacan las dedicadas a la filología y la gramática como:

-         Introductiones Latinae, del año 1481.

-         Vocabulario Latino-Español, del año 1492.

-         Reglas de Ortografía Castellana, del año 1517.

-         I Gramática de la Lengua Castellana, del año 1492. Este libro está dedicado a la reina Isabel I la Católica.


A continuación, voy a dar más información sobre este último libro, I Gramática de la Lengua Castellana.

El 18 de agosto del año 1492, se terminó de imprimir en Salamanca la I Gramática de la Lengua Castellana. Esta gramática había sido gestada por Nebrija entre las paredes del Palacio de Don Juan de Zúñiga y Pimentel, último maestre de la Orden de Alcántara, que asentó su sede en la localidad extremeña de Zalamea de la Serena. Nebrija conocía a Zúñiga porque en el año 1488, pasó a su servicio, como él mismo escribe: "Porque después de casado y avido hijos avía perdido la renta de la iglesia... vuestra muy magnífica señoría lo remedió todo con las muchas y honoríficas mercedes dándome ocio y sosiego de mi vida. Y porque toda la cuenta de estos siete años desde comencé a ser vuestro..."

Esta obra resulta innovadora porque en ella se encuentra la primera gramática normativa que se conoce. Antonio de Nebrija la escribió por razones políticas que explica en el prólogo: entiende que la lengua debe ser elemento identificador de un pueblo y vínculo que una a sus gentes, por eso "debe llevarse en expansión" a cuantos pueblos "acudan las fuerzas militares".


Portada del libro “I Gramática de la Lengua Castellana”


El bibliófilo extremeño Rodríguez Moñino, después de estudiar la relación de Nebrija con Don Juan de Zúñiga, dice con total rotundidad: “En Extremadura, y por aliento de un extremeño, se redactó la primera gramática en lengua vulgar que salió en el mundo, y el primer Diccionario de nuestro idioma, siendo esta una gloria más que le corresponde y que es justo recabar conjuntamente para la región y para el sabio Maestre, cuya figura no ha sido aún convenientemente estudiada”.

Por otra parte Antonio Fontán, catedrático de la Universidad Complutense, afirma: “Para Nebrija el motivo del traslado desde Salamanca a Zalamea fue el mecenazgo de su antiguo maestre de la Orden Militar de Alcántara”, para añadir a continuación: “El maestre Zúñiga residía en Zalamea, centro de “sus estados”, es decir “estados” de la Orden… Allí, en Zalamea, estuvo de asiento Nebrija casi diecisiete años,… Entre los años 1486 y 1502 ó 1503, que son las fechas inicial y final de la presencia de Nebrija en Zalamea…”

De esta forma, y demostrada así la relación entre Zalamea de la Serena y el gramático andaluz, en el año 1993 Zalamea rindió homenaje a Nebrija colocando una placa conmemorativa en la puerta del Ayuntamiento, ya que la I Gramática de la Lengua Castellana cumplía 500 años.



Referencias bibliográficas:


BONMATÍ SÁNCHEZ, V.: “Antonio de Nebrija”. Actas del VIII Congreso Español de Estudios Clásicos. Vol. 3. Madrid, 1994; pp. 379- 384.

ESPARZA, J. J.: “Antonio de Nebrija. La primera gramática moderna del mundo”. Época. Nº 1381. Madrid, 2012; pp. 70- 73.

HINOJO ANDRÉS, G.: Obras históricas de Nebrija. Salamanca, 1992.


Cameranos en Zafra.

El topónimo de los cameranos procede de la Tierra de Cameros, una comarca que sitúa entre las provincias de Logroño y Soria. Los cameranos fueron un grupo de ganaderos, de los cuales algunos se asentaron en Zafra a partir del siglo XVI y controlaron su comercio y los cargos concejiles durante más de dos siglos. Su historia estuvo marcada por la actividad ganadera y el pastoreo trashumante.


Los cameranos venían de La Rioja


Los cameranos vivían de la ganadería y del pastoreo trashumante


Durante la Edad Media, en este territorio de frontera con los reinos musulmanes, los reyes recompensaron a sus nobles con señoríos y tierras. Estos nobles hicieron fortuna con la crianza y el comercio de la lana fina. Agrupados en Mestas[1], estos ganaderos cameranos que eran en su mayoría nobles, alcanzaron algunas de las rentas más elevadas de la Europa de su tiempo.

Entre los siglos XVI y XX, alrededor de mil cameranos salieron de Villoslada y siguieron rumbos diferentes en busca de lugares donde la ganadería fuera más abundante, debido al hundimiento de la trashumancia. Muchos de estos cameranos llegaron a Extremadura. En Extremadura, realizaron operaciones comerciales principalmente de lana. Amparados en sus riquezas y en su condición de nobles, no tardaron en controlar los gobiernos municipales y el comercio de muchas de las ciudades a las que llegaron. Al experimentar tanto poder, algunos fundaron los más importantes imperios económicos de España.

En el siglo XVIII, muchos de los cameranos que habían llegado a Extremadura se establecieron en Almendralejo y Zafra. En Zafra se les recuerda en la “Avenida de los Cameranos”. En esta avenida, entre los siglos XVIII y XIX, fundaron un negocio de exportación de lanas que se extendió por buena parte de Europa, especialmente en la ciudad de Londres. Gracias a ellos la población de Zafra recibió un gran impulso económico y demográfico.

Avenida de los cameranos en Zafra


En el año 1729, dos caballeros riojanos que comerciaban en Zafra, decidieron mandar a fabricar una imagen parecida a la de Nuestra Señora de Valvanera, (que era venerada por ellos en la Tierra de Cameros) y levantar en la iglesia de la Virgen de la Candelaria de Zafra un valioso trono a su patrona.

En el año 1749, los cameranos de la villa de Zafra, reunieron el dinero necesario para mandar a construir el retablo de la Virgen de Valvanera al escultor José de Churriguera. En dicho retablo destaca el movimiento y la vitalidad creadora y recargada del último Barroco español. Este hermoso retablo presidido por la advocación de la Virgen de Valvanera es el legado más importante que dejaron los cameranos en Zafra.


El retablo de la Virgen de Valvanera es barroco




[1] Asociaciones de pastores y dueños de ganado castellanos, que surgió a partir de la Reconquista debido al gran desarrollo de la ganadería lanar.

La portada del hospital de Santiago.

El hospital de Santiago de Zafra se encuentra en una pequeña calle sin salida llamada “Santiago”, a pocos metros de la Plaza Grande de la localidad. Este hospital fue fundado, en el año 1438, por Don Lorenzo Suárez de Figueroa y María Manuel en la que fue su primera residencia señorial en Zafra. El edificio se dedicó a la recogida de enfermos pobres y transeúntes sin recursos, función que siguió desempeñando hasta principios del siglo XX. Antiguamente era conocido con el nombre de Nuestra Señora de la Salutación. Lo más interesante de esta construcción es su fachada, la cual constituye un bello ejemplo del gótico tardío extremeño. A continuación, voy a dar más información sobre ella.

Esta fachada debió realizarse alrededor del año 1500, cuando el edificio llevaba ya más de cincuenta años funcionando como hospital. Es una obra de sillería, con un estilo gótico florido. Muestra una abundante decoración en la que se confunden formas y elementos mudéjares con otros procedentes del lenguaje del gótico final.

La entrada se abre en un arco carpanel que está enmarcado por un alfiz. Entre ambos elementos podemos encontrar una rica ornamentación de tallos en forma de lacería. A cada uno de los lados de la entrada se encuentran, adosados, dos esbeltos pilares de estilo gótico y de sección poligonal rematados en un pináculo floreado y que llegan hasta la cornisa superior. Encima del alfiz se encuentra una hornacina enmarcada por un arco conopial. En su interior se puede ver una pintura al fresco, que representa la Salutación del Arcángel Gabriel. Dicha pintura es de estilo renacentista italiano.

Entre los pilares adosados y el alfiz que enmarca la puerta de entrada se pueden ver dos molduras a modo de baquetones (una especie de enredaderas), las cuales se extienden desde la cornisa hasta el suelo.


Portada del hospital de Santiago,
 un bello ejemplo del gótico tardío extremeño


En el interior del edificio se conserva un patio cuadrado de gusto mudéjar. Tiene dos galerías y arcos de medio punto sustentados sobre columnas octogonales, cuya ala septentrional ocupa la capilla. En él tuvo su sede la cofradía de la Santa Caridad.

Actualmente el edificio está destinado a personas con alguna discapacidad mental o física. Tanto la fachada como el edificio se conservan en un buen estado.


Patio cuadrado en el interior del edificio


El domingo 26 de mayo fui con mi madre por la mañana a ver esta bonita fachada. Dicha fachada, como bien he dicho anteriormente, está construida con sillares, que son de color marrón clarito. Al acercarme a ella, lo que más me impresionó fue la decoración de tallos en forma de lacería y los pináculos floreados. A mi los borlones adornados que hay en dichos pináculo, no me parecen flores, sino cabezas de ángeles, aunque no lo son.


Pináculo floreado

Después me fijé en el arco carpanel que se abre sobre la puerta de madera y en el alfiz que lo enmarca. Entre la puerta y el alfiz, a parte de la preciosa decoración de tallos en forma de lacería, pude ver en el medio una concha hecha de piedra. Posiblemente haga alusión a la orden de Santiago, ya que los Suárez de Figueroa pertenecían a dicha orden y de ahí el nombre de este hospital.


Concha de piedra y decoración de tallos en forma de lacería


Posteriormente observé la hornacina situada encima del alfiz de la puerta, enmarcada por un arco conopial. El fresco de la Salutación del Arcángel Gabriel que se encuentra en su interior, está protegido por un cristal. Entre el alfiz de la puerta y los pilares rematados con un pináculo floreado, pude ver dos baquetones que parecen serpientes y que van desde el suelo hasta la cornisa superior, pero desde la mitad de la hornacina hasta dicha cornisa son rectos.


Hornacina enmarcada por el arco conopial y
fresco de estilo renacentista italiano

Al lado de la fachada, en una pared encalada pude ver tres placas diferentes. En la primera pone “hospital de Santiago”, en la segunda pude leer “Hospital de la Salutación o Santiago. Fundado en el S. XV por los Condes de Feria para enfermos pobres de la población. Primera residencia en Zafra de los Suárez de Figueroa” y en la tercera, “hospital de Santiago. Siglo XV”. En la parte alta de dicha pared encalada, vi una espadaña, la cual tenía un pequeño vano con una campana.


Portada del hospital de Santiago junto a la pared encalada
con las tres placas y la espadaña


Apoyada en el arco carpanel de la entrada



Junto a la fachada del hospital de Santiago

Un antiguo convento desamortizado.

La desamortización fue un largo proceso económico, histórico y social, que comenzó en el siglo XVIII y que duró hasta el siglo XX. Dicho proceso pasó a ser la principal arma política con la que los liberales modificaron el régimen de la propiedad del Antiguo Régimen para implantar el nuevo estado liberal durante la primera mitad del siglo XIX. Consistía en poner en el mercado, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían vender, después de haber sido expropiados forzosamente. Estos bienes se encontraban en poder de las órdenes religiosas o de la iglesia católica hasta que eran desamortizados.

Un ejemplo de convento desamortizado en la localidad de Zafra es el Ayuntamiento, que se sitúa en la plaza del Pilar Redondo. Este Ayuntamiento se encuentra ubicado en un antiguo palacio. Dicho palacio lo mandó construir, en el primer cuarto del siglo XVI, don García de Toledo y Figueroa. El palacio tenía el privilegio de poseer una tribuna a la iglesia de la Candelaria con la que lindaba. 

En el año 1600, las monjas Terciarias del Convento de la Cruz de Cristo extramuros, fundado por María de la Cruz, compraron este edificio, que era una de las mejores casas de Zafra, quizás la mejor después del Alcázar. Lo compraron para convertirlo en un nuevo monasterio de la orden con la oposición de Juana Dormer, la I Duquesa de Feria, que por entonces gobernaba el Estado de Feria. Juana Dormer quiso destinar el palacio a un colegio de jesuitas. Las Terciarias de la Cruz estubieron en este edificio hasta la desamortización de Mendizábal en el año 1836.

Un tiempo después el edificio se cedió para escuelas públicas y posteriormente fue ocupado por las dependencias municipales. Dichas dependencias municipales se trasladaron desde el viejo palacio de la Plaza Chica en el año 1881, porque se iban a realizar unas amplias reformas que le iban a prestar una nueva fisonomía pero que destruyeron muchos elementos de su antigua fábrica.


Fachada del Ayuntamiento y fuente en la plaza del Pilar Redondo


El martes 28 de Mayo, fui con mi madre por la tarde a ver el Ayuntamiento para así poder describirlo. En su fachada pude ver un total de siete balcones en la parte de arriba. En los tres del medio se encuentran las banderas de la Unión Europea, de España y de Extremadura. En la parte baja, hay cinco grandes ventanas. También observé que hay dos puertas. Una de estas puertas es la del antiguo convento, que fue sacada de nuevo a la luz después de reformar el edificio en los años 80 del siglo XX. Dicha puerta, es de madera y está rodeada por un zócalo de piedra de color marrón claro.


Puerta perteneciente al antiguo convento


La otra es la puerta de entrada. Encima de la misma, pude ver una placa circular en la que ponía “casas consistoriales”, con el escudo de zafra en el medio. Tras ella, se encuentra una bonita puerta de rejería que data del año 1881 (año en el que el edificio empezó a funcionar como Ayuntamiento), a través de la cual se accede al patio claustral. En este patio, pude ver varios arcos de medio punto hechos de ladrillo que se sujetan en columnas de mármol. En el centro del patio, hay una pequeña fuente octogonal.


Placa circular situada encima de la puerta de entrada


Junto a la bonita puerta de rejería


Patio claustral


Sentada en la fuente situada en el centro del patio


Di una vuelta alrededor del patio y observé dos placas en la pared. En la primera, el rey Alfonso XII, concede el título de ciudad a la villa de Zafra. En la segunda se puede leer que los reyes visitaron el Ayuntamiento con motivo de la Feria Internacional Ganadera del Quinto Centenario el 28 de Septiembre del año 1992. También me fijé en que había varias oficinas, unos baños, macetas, papeleras, un ascensor y algunos bancos y en la parte derecha, una gran escalera de piedra (que perteneció al antiguo convento) mediante la cual se llega a la primera planta.


El rey Alfonso XII concede el título de ciudad a la
villa de Zafra en el año 1882


Placa conmemorativa de la visita de los reyes en 1992


Sentada en la escalera de piedra


Esta planta tiene un pasillo-corredor con arcos de medio punto hechos de ladrillo que se sujetan en columnas de mármol (que tienen una reja a media altura) y más salas, oficinas, papeleras y bancos. Desde dicha planta se puede visualizar el patio de la planta baja.


El ayuntamiento se conserva en muy buen estado. Se puede visitar libremente durante las horas que permanece abierto al público. En la plaza en la que se encuentra este edificio destacan las casas señoriales, algunas modernistas. Un ejemplo es la Casa Palacio de los Condes de la Corte de la Berrona, que actualmente es un hotel. 

miércoles, 6 de marzo de 2013

La virgen de Guadalupe.


La virgen de Guadalupe es una advocación mariana. Su santuario se encuentra en la puebla y villa de Guadalupe, en la provincia de Cáceres y en la comarca de las Villuercas. Es la patrona de Extremadura desde el año 1907, considerándose así una de las siete Patronas de las Comunidades Autónomas de España. Su fiesta se celebra el día 8 de septiembre, al igual que el Día de Extremadura. Además, es también la patrona de todas las tierras de habla hispana. Bajo su advocación se conquistó el Nuevo Mundo.

Se trata de una pieza de arte Románico, ya que es una talla románica (de aproximadamente 50 cm). Está tallada en madera de cedro. Según dice una antigua leyenda, fue hallada por un pastor, cuyo nombre era Gil Cordero, un vecino de Cáceres. A él se le apareció junto al río Guadalupe, de el cual tomaron el nombre la virgen y el pueblo. Según esta misma leyenda, la figura había estado anteriormente, (varios siglos atrás), junto al cuerpo de San Lucas, expuesta en Roma y Sevilla. En año 714, en plena invasión musulmana, la imagen fue escondida al lado del río Guadalupejo. El nombre de Guadalupejo, procede de la unión de la palabra árabe “wad” (río) y la contracción latina “lux- speculum” (espejo de luz). En este lugar permaneció hasta que la descubrió Gil Cordero.

La talla forma parte del grupo de vírgenes negras de Europa occidental de los siglos XI-XII. En el lugar de su hallazgo se levantó una ermita y posteriormente, el rey Alfonso XI, mandó construir una pequeña iglesia o Santuario. En el año 1389, el monasterio pertenecía a la orden religiosa de los Jerónimos. En la actualidad, lo regentan los Franciscanos. El día 4 de noviembre del año 1982, el papa Juan Pablo II visitó el santuario, vio la imagen y celebró una misa en la que pronunció una homilía sobre las migraciones.

La virgen de Guadalupe, además de ser la patrona de Extremadura, recibió en el año 1982 el título de Reina de las Españas o de la Hispanidad. Su santuario fue uno de los más visitados en España a lo largo de los siglos XVI y XVII. Era muy grande la veneración que se le tributaba y los milagros que se le atribuían. También se considera patrona de la evangelización del Nuevo Mundo, debido a que Cristóbal Colón recibió en el Monasterio de Guadalupe el decreto de los Reyes Católicos para emprender el viaje de su descubrimiento. A su vuelta en el año 1493, volvió al santuario para agradecerle a la virgen su protección.

La virgen de Guadalupe actualmente

El rostro de la virgen es ovalado aunque debido al rostrillo que lo rodea y que le oculta en parte las mejillas, parece ser oblongo. Desde el siglo XIV la virgen aparece vestida con lujosos mantos, grandes coronas, cetros, ya que sin estas cosas se le veía muy simple. Los vestidos le cubren todo el cuerpo excepto la cara, una de sus manos y la cara del Niño. La virgen sujeta al Niño, (algo recostado en su pecho), con la mano izquierda. Esta mano no se ve actualmente, pues se oculta bajo los mantos. Utilizando la mano derecha, la virgen sostiene un cetro. Dicha mano está delicadamente tallada. El Niño pende de un anillo sujeto a los vestidos de su madre. También esta realizado en madera de cedro. De él solamente se aprecian su rostro (modelado en pasta) y su pequeña mano derecha (efectuada en plata), que está en actitud de bendición (con el dedo índice de la mano derecha levantado). La menor delicadeza y habilidad que se observan en el Niño, han hecho pensar que ha sido realizado por un artista diferente al que efectuó la talla de la virgen.





En la imagen superior podemos observar a la virgen de Guadalupe sin mantos ni joyas. Está sentada con el Niño en sus rodillas. Su vestido está pintado de color azul y el manto que le cubre la cabeza y parte del cuerpo, es blanco. El vestido de su hijo es naranja y el manto, amarillo. La mano derecha del Niño está en actitud de bendición. La mano izquierda de la virgen es demasiado grande y está muy deteriorada, por eso actualmente se tapa con los mantos. Esta talla románica, como bien he dicho anteriormente, está hecha con madera de cedro y mide aproximadamente 50 cm.


La virgen de Guadalupe con un manto azul

Una inscripción.

Un escrito grabado en metal, en piedra u otro material resistente que se crea para conservar la memoria de sucesos importantes, recibe el nombre de inscripción. La epigrafía es la ciencia auxiliar de la Historia que se dedica al estudio e interpretación de las inscripciones antiguas. Las primeras inscripciones se remontan a la cultura sumeria, cerca del año 3.800 antes de Cristo.


En el antiguo ayuntamiento de la villa de Zafra, situado en la Plaza Chica de la ciudad, podemos encontrar dos inscripciones. Este ayuntamiento es un edificio construido a mitad del siglo XVIII, que tenía un estilo de corte neoclásico. Cumplió las funciones de cabildo hasta el año 1881. Fue fundado por don Pedro de la Concha y Don Andrés Jaramillo de León y Carvajal en el año 1749. Actualmente, en este lugar, después de una serie de restauraciones, se encuentra la Escuela Municipal de Música de Zafra. En su fachada abundan los rótulos e inscripciones.

La primera inscripción se encuentra tallada entre dos ventanas de la segunda planta del edificio. Está escrita en latín y bordada en una especie de marco plateresco de gran anchura labrado en piedra. Encima del texto se sitúa una figura: un jarrón con varias azucenas dentro, primitivo símbolo de la villa de Zafra. El mensaje que aparece (en latín) dice lo siguiente:
Vere Hoc Consumatum Est Opus Anno Domini MDCCL, Iudicibus Ordinaris D.D Carolo Gonzales Llamazares Et Dom. Joannes Chacon de Alva Becu.
Dicho mensaje, más o menos significa: Este trabajo está realmente terminado el año de 1750, el juez ordenó D.D Carlos González Llamazares y D. Juan Chacón Becu de Alva.
Esta inscripción recuerda su construcción en la mitad del siglo XVIII, junto con los nombres de quienes lo inauguraron.


Inscripción con marco labrado en piedra


La segunda inscripción, también en latín, se sitúa en el dintel de la puerta y menciona a los señores Pedro de la Concha y Andrés Jaramillo de León y Carvajal, nombrados anteriormente, lo que, según se pensaba antiguamente, les otorgaba importancia y fama. En dicha inscripción pone: Se hizo esta portada siendo alcaldes los señores D. Pedro de la Concha y D. Andres Xaramillo de León y Carvaxal en el año 1749. Ambas inscripciones se han deteriorado bastante con el tiempo y actualmente es difícil descifrar el mensaje exactamente. 


Inscripción en el dintel de la puerta de entrada


Con ambas inscripciones de fondo