El topónimo de los cameranos
procede de la Tierra de Cameros, una comarca que sitúa entre las provincias de
Logroño y Soria. Los cameranos fueron un grupo de ganaderos, de los cuales
algunos se asentaron en Zafra a partir del siglo XVI y controlaron su comercio
y los cargos concejiles durante más de dos siglos. Su historia estuvo marcada
por la actividad ganadera y el pastoreo trashumante.
Los cameranos venían de La Rioja
Los cameranos vivían de la ganadería y del pastoreo trashumante
Durante la Edad Media, en este
territorio de frontera con los reinos musulmanes, los reyes recompensaron a sus
nobles con señoríos y tierras. Estos nobles hicieron fortuna con la crianza y
el comercio de la lana fina. Agrupados en Mestas[1],
estos ganaderos cameranos que eran en su mayoría nobles, alcanzaron algunas de
las rentas más elevadas de la Europa de su tiempo.
Entre los siglos XVI y XX,
alrededor de mil cameranos salieron de Villoslada y siguieron rumbos diferentes
en busca de lugares donde la ganadería fuera más abundante, debido al
hundimiento de la trashumancia. Muchos de estos cameranos llegaron a
Extremadura. En Extremadura, realizaron operaciones comerciales principalmente
de lana. Amparados en sus riquezas y en su condición de nobles, no tardaron en
controlar los gobiernos municipales y el comercio de muchas de las ciudades a
las que llegaron. Al experimentar tanto poder, algunos fundaron los más
importantes imperios económicos de España.
En el siglo XVIII, muchos de los
cameranos que habían llegado a Extremadura se establecieron en Almendralejo y
Zafra. En Zafra se les recuerda en la “Avenida de los Cameranos”. En esta
avenida, entre los siglos XVIII y XIX, fundaron un negocio de exportación de
lanas que se extendió por buena parte de Europa, especialmente en la ciudad de
Londres. Gracias a ellos la población de Zafra recibió un gran impulso
económico y demográfico.
Avenida de los cameranos en Zafra
En el año 1729, dos caballeros
riojanos que comerciaban en Zafra, decidieron mandar a fabricar una imagen parecida a la de
Nuestra Señora de Valvanera, (que era venerada por ellos en la Tierra de
Cameros) y levantar en la iglesia de la Virgen de la Candelaria de Zafra un
valioso trono a su patrona.
En el año 1749, los cameranos de la villa de Zafra, reunieron el dinero necesario para mandar a construir el retablo de la Virgen de Valvanera al escultor José de Churriguera. En dicho retablo destaca el movimiento y la vitalidad creadora y recargada del último Barroco español. Este hermoso retablo presidido por la advocación de la Virgen de Valvanera es el legado más importante que dejaron los cameranos en Zafra.
El retablo de la Virgen de Valvanera es barroco
[1] Asociaciones de pastores y dueños de
ganado castellanos, que surgió a partir de la Reconquista debido al gran desarrollo
de la ganadería lanar.
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